Hoy un niño me ha susurrado al oído:
El mejor regalo es un mundo mejor, lo mire y le
dije:
Tú ya eres un mundo mejor, tu sonrisa y la luz
de tus ojos iluminan
el espléndido momento…
muchos prepotentes y soberbios ya se han dado
muerte a sí mismos,
y otros muchos tendrán que verse reflejados en ti,
si es que quieren ver de verdad…
dejar que los niños se acerquen…
porque en sus miradas están lo nuevo, lo constructivo, y el sentido profundo de
las cosas…