Existe la fe que es aniquiladora y se vuelve perturbadora para la mente,

no permitiendo inquirir y descubrir por uno mismo sin llegar al profundo esclarecimiento de la conciencia, entonces el creer se vuelve más importante que el tratar de evolucionar interiormente, y sin el profundo sentido que supone evolucionar no se estará contribuyendo y realmente aportando para el bien común en el que estamos todos, con lo que supone la Vida en su totalidad, sólo se estará haciendo por el esquema mental en base a sus ideologías y credos alimentando sus deseos personales, la fe, en esta dirección, sólo es esperanza que desemboca en duda, necesitando del apoyo del grupo o rebaño y que le motiven, en cambio cuando se entra en lo profundo de uno mismo, y se aclara el agua turbia, se comprende… se entra en una comprensión en la que se aviva realmente la llama de la fe que se va volviendo expectativa gozosa, este es el comienzo de ser partícipe en el movimiento del Amor, de la filosofía de Vida de Escuela: «Amor y Vida».