La autenticidad del perdón sólo puede emplearse en uno mismo, no esperando que te lo den, ni dárselo a nadie, en todo caso, sólo puedes ofrecer disculpas… pero jamás perdonar a nadie. Cuando realmente comprendes, aceptas, sueltas, sanas y te perdonas a ti mismo… empiezas a renovarte, evolucionas, avanzas, mirando hacia delante…
