La sal de la tierra debe expresarse, comunicarse, ser valorada…
para darle consistencia y veracidad a la comunión con nosotros mismos y la Vida… de lo contrario, lo más esencial siempre acaba desvirtuándose y deteriorándose para provocar contaminación en las relaciones, división, caos… dando muerte a la más imprescindible y viva comunión con la Vida…
