Pregúntate… ¿es importante el que habla o más bien lo que puede decir?
Cuando te ciñes en valorar a la persona conforme a su posición social, ideologías, color, creencias… ¿estás prestando atención a tus impulsos con todos sus deseos y esquema mental o simplemente te dejas llevar por cierta pasión y sensación?
Entonces… ¿estás analizando y cuestionándote lo que se dice, o más bien valorando en base al que habla?
Se supone que de Jesucristo al que tanto se menciona y creen conocer dijeron: ¿pero quién es este el que habla, acaso no es el hijo de José el carpintero? Es decir, ¿acaso no se siguen cometiendo en este planeta los mismos errores porque simplemente creemos que conocemos?, ¿acaso todo esto no está lleno de vanagloria e idolatría impidiéndonos no sólo ir más allá de lo preestablecido, sino también de toda cárcel psicológica para realmente conocer y acercarnos con veracidad a lo más esencial de nosotros mismos con la vida? Pregúntate…