El victimismo es una de las muchas funciones y manifestaciones del egocentrismo, volviéndose tóxico para las relaciones, la coherencia y el sentido común, entrando en la ingratitud profunda y sentida con la Vida, enfermando la mente y el alma… donde sus emociones y sentimientos están profundamente anclados en el infantilismo de su profunda inmadurez…
