Cuando alguien trata de dirigir a unos niños, a un grupo de personas o a todo un país… sin antes saber lo que significa salir de las innumerables sombras psicológicas… no habrá aprendido absolutamente nada de sí mismo, y sin aprender de sí mismo… todo se prioriza en la puesta en escena, con gestos y palabras sin ningún fundamento… sin poder dirigirse profunda y esencialmente a sí mismo ni tampoco a los demás…