Estamos en un mundo en el que el cerebro, cada vez más, tiene menos espacio porque tiende a estar atestado de información, opiniones…y obstruido, esto suele cambiar las personalidades, repercutiendo en el día a día y en las relaciones, donde la información se vuelve desinformación, y la atención inatención, aquí aparece la gran paradoja porque las personas con gran facilidad suelen creer lo que no es y valorar inadecuadamente, creerse que son libres y defender una libertad inexistente. Sin embargo, crear espacio dentro de uno mismo es entrar en una Libertad que se desconoce, siendo ésta esencial para mirar, atender, escuchar, valorar y poder ir más allá de las fronteras de la mente, oxigenando el cerebro, fomentando la salud mental y el equilibrio en el día a día con la Vida… Esta es una de las tantísimas cuestiones que se tratan y transmiten en la filosofía de Vida de Escuela: «Amor y Vida».