El origen del infantilismo que se vuelve totalitarismo procede de la ignorancia básica de la mente, aquí todo es conceptuado, no llegando jamás a lo más esencial de nosotros mismos en relación profunda con la Vida… apareciendo el peso de la vanagloria para dictaminar lo que es y debe ser, dándole importancia a las repeticiones con sus conjeturas, directrices, costumbres, actitudes y comportamientos… donde la confusión inherente se sirve del entusiasmo de sus ilusiones psicológicas, sin tener una capacidad directa de los hechos se entra en una torpeza, pérdida de tiempo, inmoralidad e involución en la Conciencia, sin poder ser apreciado ni tan siquiera percatarse de ello…
