Pregúntate… ¿estás preparado para escuchar lo que en el fondo de ti no deseas escuchar…? y si no lo estás… ¿a qué se debe?, ¿es porque hay intereses ocultos que hacen de pantalla?
Pregúntate… ¿realmente escuchas cuando antepones deseos personales e ideológicos?, ¿te estás comunicando? cuando sólo quieres que te den la razón y que favorezcan tus intenciones e intereses ¿te estás relacionando?
Pregúntate… ¿puedes aportar desde un sentido eficiente sin antes haber puesto los pilares correctos dentro de ti?
Pregúntate… si cuando estás deseando a toda costa que te den la razón en base a tus intereses y criterios ¿puedes mirar, escuchar, atender, relacionarte y comunicarte de modo adecuado? o simplemente… ¿estás dentro de una cárcel cuyo mundo requiere y precisa de su propia afinidad?
Pregúntate…