La verbalización sin la base esencial de la comunicación es contagiosa, influyente, adictiva y ruidosa… no saliendo jamás de las capas periféricas de la psique, sin poder captar, percibir, comprender, valorar la comunicación no sólo profundamente cercana con uno mismo sino además la de la propia naturaleza que forma parte de todos nosotros y de la Vida…
